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About Julio de los Reyes

delos Julio de los Reyes was born in 1937 in Andalousia, southern Spain, and lived for many years in the USA and Mexico. He was first a professional flamenco guitarist and started painting in the late sixties, for a short time under the guidance of Raymond Breinin, from the National Academy of Arts in New York. At present, after living for a while in Málaga, just a few blocks from where the first part of his life took place, he is working and residing in Magnolia, north of Houston. His paintings are found in private collections in different countries, Mexico, USA, France, Spain, Italy, Switzerland and Germany, as well as in museums, such as Le Musée du Nouveau Monde in La Rochelle, France, and the Museo de Bellas Artes in Torremolinos, Malaga, Spain. delos Julio de los Reyes

delos Julio de los Reyes, portrait by Raymond Breinin

delos Julio de los Reyes nació en 1937 en Andalucía, al sur de España, habiendo vivido luego muchos años en USA y en México. Se dedicó primeramente como profesional a la guitarra flamenca, comenzando a pintar de forma autodidacta a finales de los 60s y, durante un corto tiempo, bajo la guía de Raymond Breinin, de la National Academy of Arts en Nueva York. Actualmente trabaja y reside en Magnolia, al norte de Houston. Su obra se encuentra en colecciones privadas de diversos países, particularmente México, USA, Francia, Italia, Suiza y Alemania, lo mismo que en museos, como Le Musée du Nouveau Monde de La Rochelle, Francia y el Museo de Bellas Artes de Torremolinos, Málaga. delos Julio de los Reyes

Composiciones / Compositions

Diptico

Pueblo en azules

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Pueblo en cuatro

Publicaciones

delos Julio de los Reyes
Lo que trasciende es la calidad… Delos, con su inmensa sensibilidad, no repara en temas o sucedidos.
Para él cuenta la pintura y lo que de ella resulta. Sus resultados son excelentes, ya que son dramáticos… todo y nada a la vez. Solo magia artística y arte de la magia. He ahí la preeminencia del color, del tema sin tema y del talento del artista.
Delos es un mago para convertir la nada en cosas bellas.
Su voz es la voz de los poetas.
Su temática son los temas permanentes.
Confirmo, ratifico, que Delos es uno de los grandes pintores que hay en México… es que él tiene algo que se llama “duende”.
Esto lo dice Neuvillate hoy, mañana y lo dijo ayer…
delos Julio de los Reyes
delos Julio de los Reyes
Aproximación a la obra pictórica de delos ó  la poética del color
En el arte mexicano presente y pasado, actualidad e historia, conviven y se complementan, así lo afirma David Barro con motivo de la muestra de la Colección Gelman de arte mexicano que se presentó en La Coruña hace poco más de dos años (1). En la pintura de Delos convive la nostalgia de cierta iconografía popular mexicana con el gusto por las grandes manchas de color abstractas que sitúa como contrapunto en el fondo de sus lienzos. Pues es que Delos aunque nació andaluz, se hizo mexicano en Cuernavaca durante muchos años, para finalmente volver al sur y ser malagueño. Su pintura posee gran exuberancia de colores emulsionados sobre los que reposa una línea de carácter sugerente, así como suntuosas texturas que evocan la obra del pintor nacido en Oaxaca (México), Rufino Tamayo o los grandes lienzos que a veces crea el también pintor latinoamericano Alfredo Prior llenos de iridiscentes colores. Y si nos remontamos un poco más atrás en la Historia del Arte decir que sigue la estela que dejó Turner en el color, la atmósfera y la luz.
Hay un gusto por lo popular en las mujeres de semblante tranquilo, en sus recreaciones de altivos y desdibujados gallos, los rústicos bodegones, sus paisajes cezannianos, en los sencillos floreros o en sus alusiones a la música a la que está muy unido. Sus tímidas mujeres de rasgos indígenas tocan sus cabezas con largos pañuelos dejando entrever perfiles melancólicos, rostros serenos donde a veces asoma la resignación. Las sitúa de espaldas, bailando, durmiendo, en grata espera o charlando, actitudes cotidianas que no reflejan un tiempo concreto porque aducen a la intemporalidad. Cuando aparecen solas recurre casi siempre al primer plano, si por el contrario las agrupa utiliza planos consecutivos creando profundidad al ir desdibujando las figuras en los planos más alejados. Son inspiradoras de sensualidad, de cierta soledad arropada de nostalgia que evoca una bucólica poesía tan latente en todo el conjunto de la obra de Delos. Son personajes anímicos que remiten al simbolismo presente en toda su pintura.
Sus paisajes de casas, pueblos o lugares concretos presentan la misma sucesión de planos que vemos en las figuras, y están ejecutados desde un punto de vista bajo que permite se eleven por encima de nuestros ojos y adquieran profundidad y grandeza. Ellos también aparecen envueltos en esa atmósfera o bruma cromática envolvente que amalgama algunas estructuras, dejando el resto a merced de una línea definidora y delimitadora de volúmenes. Construcciones que tienen el alma que le proporciona el hombre que las habita. Los bodegones y naturalezas muertas de Delos son sencillos pero de gran profundidad volumétrica y estructurados –al igual que el resto de su temática- en progresión, con objetos de distintos tamaños delimitados sobre el fondo de luces y color particular del autor.
Texturas, luces, veladuras, color sensitivo, superposición de matices cálidos y fríos, fusión de fondo y forma, son elementos que conforman los pilares fundamentales en los que se asienta su pintura. Pero quizás, aunque parezca paradójico, sea el fondo abstracto de sus lienzos el que marque la pauta expresiva en sus obras. A sus palabras me remito: El comienzo y proceso de todos mis cuadros es abstracto. En esos momentos no me interesa definir tema, dibujo, etc., sino exclusivamente crear un clima pictórico estimulante a base de color y textura… Probablemente es a esas a estas alturas cuando siento más intensamente el placer de pintar, cuando la materia y el color hablan por sí mismos.
La pintura de Delos se mueve entre la abstracción y lo determinable, entre la idea y la razón, lo impreciso y lo identificable. Tal vez sea toda su obra una metáfora adornada de color, de riqueza cromática que atañe a los sentidos y que sacude al sentimiento. No imita la realidad sino que construye un cosmos que habla de certeza e ilusión, de vigilias y sueños. Sus mujeres no son retratos sino actitudes, sus paisajes no son piedra ni madera, sino paraísos que a veces soñamos. Podemos hablar de realismo mágico, realismo que deja paso a la ensoñación. Y ha paseado su mágica realidad por ciudades como México, Nueva York, New Jersey, Taiwán, París, Vence, La Rochelle, Lausanne, Nimess.. hasta llegar a la que por ahora es su última exposición individual en Málaga.
Modest Cuixart dice que estar en contra de la belleza es una moda vieja, aunque para algunos siga vigente. Creo realmente que la pintura de Delos, tiene una característica fundamental que yo definiría como bella.
delos Julio de los Reyes
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Él es andaluz, y habla rotundamente, como quien vive con lo que es y no con lo que tal vez sea o con lo que pueda ser, y sin dudas ni fantasías. Su existencia hasta hoy así lo demuestra, y también que, plantado a la española en el mundo, Delos no ve el mundo, y tal vez por eso ha sido feliz. El anda como tú y yo con los ojos abiertos, pero no ve lo que tú y yo vemos. Los seres y las cosas pierden sus perímetros y no se agotan en sí mismos. Son macizos y transparentes, de cierta condición fantasmal y una tenuidad de colores que los hace ver inasibles; se dan traspasados de ciudades o de vientos o de cielos intrusos o advenedizos o de intrincados universos paralelos, que asemejan un más allá del mundo que penetra el mundo para darle su verdadero ser; o de aguas celestes o de marañas de líneas que, se diría, tienden a disimular el hecho pictórico para desnudarlo enteramente. Es, para que se entienda un poco mejor, como cuando en medio de una muchedumbre, el amante descubre sin esfuerzo el rostro del amado, y es precisamente muchedumbre lo que lo hace visible y único
Es el mundo español el de Delos, el mundo andaluz el de cante jondo que se desboca hasta el estallido y repentinamente se frena para volver a subir desde los más sedeños acordes.
delos Julio de los Reyes
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HERMANAR LO PERCEPTIBLE Y LO IRREAL
Menudo aprieto. Me ha llamado mi amigo Delos para que le vuelque en el papel la impresión –mejor impresiones- que me produce contemplar sus pinturas y, como si por obra de magia se tratase, convertir las ideas en letras, los sueños en frases y la experiencia vivida en párrafos.
Se agalopan las imágenes en mi mente como legiones de formas y colores cuando me quedo, a solas, frente a los cuadros de Julio Delos, provocándome “el extraño infierno de la belleza” –como asevera Sartre- por esa doble percepción de disfrutar y sufrir; de gozar ante la belleza plástica y sufrir al esforzarnos por entender ese proceso de contradicciones entre lo real y lo imaginario, el pasado y el futuro, lo vivido y lo soñado. Estas son las sensaciones que nos surgen al analizar y valorar el color, la composición y el dibujo de sus cuadros.
Como un Freud de sus propias experiencias, interpreta con el calidoscopio de los sueños la abstracción de lo vivido, traduciéndolo con signos sencillos, colores agitados que emergen a borbotones y desbordante energía, elevando a la categoría de real, de táctil la contradicción de verdad imposible.
Los objetos, bodegones, figuras o pueblos se reducen a puros momentos poéticos, ventanas abiertas a mundos conocidos; pero, eso sí, donde la orgía de color los desarraiga de la realidad cansina en que los ubicamos y los sacia de una alegría contagiosa. Otra vez, poesía.
Poesía fecunda, que, consciente, escapa del mimetismo, de la materialización. Manchas de colores espontáneas, fuertes empastes y desbordante arrojo de materia que ayudan con sus relieves a dar forma a la idea reflejada, a traducirnos su mudo interno: la catarsis de su dialéctica pictórica; de ahí la violencia que asoma, esporádicamente, desdibujando con el trazo discontinuo y curvo de la madera del pincel en aparentemente terminado cuadro.
delos Julio de los Reyes
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Cuando se descubre en un pintor un nivel intelectual tan elevado como su nivel artístico, es interesante oírle hablar de su obra, esto sucede con Delos. Su auto-presentación nos aclara su arranque. Al contrario que en muchos casos le vemos abstracto en sus principios. No le interesa de momento llevar a cabo el tema, ni el dibujo sino exclusivamente la creación de un clima pictórico estimulante a base de color y trama sin delimitar estos dos elementos a zonas determinadas del cuadro. Los resultados no le han satisfecho siempre. Pero la libertad absoluta que esto produce al no estar sometido a una composición y una temática planificada le permiten renunciar fácilmente a la búsqueda de un ambiente visual y táctil.
Es probablemente, añade, ahora cuando siento más intensamente el placer de pintar, cuando materia y color hablan por si-mismos. Sin embargo Delos comprendió que el terminar un cuadro de esta manera no le satisfacía completamente, al menos actualmente, salvo necesidad de un tema, un factor reconocible, llamado figura, paisaje, naturaleza muerta. Muchos de sus cuadros están hechos de manchas que insinúan ligeramente un tema hasta el punto de llegar a ser un poco difusos. Prefiere esto a darlos totalmente por terminados, como si estuvieran masticados, digeridos. Desea que el espectador aporte algo. Pienso que un elemento importante en toda pintura es el misterio que sale de ella, más que por el aspecto técnico de su elaboración por su armonía de color y su composición.
Si tuviese que definir su pintura, concluye Delos, diría que es figurativa en segundo grado siendo más importantes para él los elementos abstractos que lo integran desde el principio, que el tema o el dibujo. Está claro que en última instancia le parece una pérdida de tiempo el catalogar o definir esos estilos. Cuando el verdadero interés es saber si todo cuadro terminado alcanza su resultado o si lo ha fallado. Esto es lo que cuenta para quien siente y ama la pintura. No es importante conocer el camino seguido si llegamos a Roma.
¿Qué añadir a un análisis pertinente? Que la pintura de Delos, sostenida por la pureza del dibujo, la solidez de la comprensión, la justa medida de las relaciones de valor, ofrece una síntesis muy personal de lo figurativo asociado a lo abstracto.
delos Julio de los Reyes

Exposiciones / Exhibitions

Colectiva / Collective

Levin Galleries, NEW JERSEY (USA), 1973
Springfield University, Ill. (USA), 1974
Flight Gallery, SIERRA VISTA, AZ (USA), 1980
Soc. Mex. De Artes Plásticas (MEX), 1984
Univ. Autónoma del Edo. De Morelos (MEX), 1988
Galerie Pierre (TAIWAN), 1990
Galerie 8 Beaux-Arts, PARIS, (FR), 1991
Salon d’Automne, Grand Palais, PARIS, (FR), 1990 – 2000

Individual

Casa de las Campanas, CUERNAVACA (MEX), 1975-76-77-78-80
Galería Rosano, MEXICO, D.F., 1975-76-77
Galería El Fénix, MEXICO, D.F., 1977
Galería El Agora, MERIDA, YUC. (MEX), 1979
La Tortolita Gallery, TUCSONAZ, (USA), 1980
GVinell Gallery, SCOTTSDALE, AZ (USA), 1981
Galería ProArte, MEXICO, D.F., 1982-85
Ex-Hacienda San Mateo, ATLIXCO, (MEX), 1982-85
Fundación Domecq, MEXICO, D.F., 1988
Centro Libanés, A.C., MEXICO, D .F., 1989
Galerie Sanguine, LA ROCHELLE, (FR), 1989-94
Lifestyle, HONG KONG, 1990
La Troje San Mateo, PUEBLA, (MEX), 1990
Musée du Nouveau Monde, LA ROCHELLE, (FR), 1991
Galerie Everarts, PARIS, (FR), 1991
Musée Carzou, Fondation Emile Hugues, VENCE (FR), 1992
Chateau d´Allaman, LAUSANNE, (SUIZA), 1993
Chapelle des Jesuites, NIMES, (FR), 1995
Fundación Unicaja, Ronda, Málaga, (ES), 1998